La persistencia
del minéral
Una de las definiciones de la
persistencia es la facultad de conservación de las cualidades adquiridas
previamente al acontecimiento de un cambio. En un mundo que se imagina a sí
mismo como fluído , es importante saber qué es lo que persiste. Entre las obras
que componen Assemblage#1 está presente esta idea de persistencia. Esa cualidad
se manifiesta en el trabajo de estos artistas por la presencia mineral en sus
diversas formas, como signo de confianza en una permanencia temporal. La
presencia o la evocación del mineral agrega a la obra una dimensión temporal
que sobrepasa la temporalidad del individuo. En el trabajo de estos artistas el
mineral es roca, paisaje, materia prima, construcción, escultura.
En la serie Mental Meteorits, Constanza Piaggio vierte pigmentos en polvo sobre
impresiones fotográficas. Su utilización de los pigmentos remite a la fuente
del acto pictórico. La traza resultante de esta acción es una mancha única,
producto de la interacción entre las características de los minerales y del
gesto, que se imprime por delante de images autobiográficas rescatadas de sus
archivos personales.
En la obra de Yann Lacroix, los edificios
se rodean de una naturaleza en parte domesticada. Lacroix muestra el pasaje
entre un espacio diseñado por la mano del hombre y el paisaje naturante. Los
lugares que le interesan son los parques públicos y los jardines particulares,
los jardines botánicos, las entradas de edificios de exótica decoración. La
presencia mineral de la arquitectura se mide a la vida del vegetal que no
acepta plegarse al orden impuesto por el hombre.
Romain Sein parte de un dibujo original
de 1965 de Raoul Giourdan, (ilustrador colaborador de la revista Méteor) en el que un personage
desentierra un objeto, probablemente una pepita de oro. Sein supone que este
objeto es de origen extraterrestre y le adjunta un dibujo en el que presenta
este meteorito en su esplendor, en un contexto indefinido, presente o pasado.
Este díptico de dibujos se acompaña de una serie de presas de escalada que
forman parte de una obra sobre la “mesa del diablo” o Teufelstisch, una montaña
situada al sud-oeste de Alemania.
Para Ivana Brenner el mineral es el
sustrato en el que se inserta la materia viva . Se interesa a las pequeñas
formas de lo viviente como los líquenes o los microorganismos que pueden
proliferar en la grieta de una pared, sujetarse de los instersticios de una
piedra. Sus objetos son cerámicas , a veces esmaltadas y lisas como un canto
rodado, otras al estado bruto y porosas como una piedra volcánica. A través de
esta materia, desde el interior, se abre camino un reflejo dorado, signo de lo
viviente.
María Ibañez Lago toma el cine como
fuente de referencia y concibe sus pinturas como decorados de una película
imaginaria en la cual pone en escena a los personages de su serie Arcaismos Contemporáneos. El decorado es
grotesco, en su referencia mítica a la gruta, que se vuelve un hogar posible en
un mundo post-catastrófico. El mineral toma la forma de este habitat rocoso,
del agua que lo invade.
La serie Delos de Gianluca Tamorre está concebida como un diario de viaje.
El fotógrafo se vuelve “flanneur” entre las piedras de esta isla griega
definida como árida e inaccesible, inhabitada desde hace mucho tiempo, y sin
embargo descripta como amable gracias a sus pendientes y a la presencia de un
lago sagrado. En sus fotografías la piedra se vuelve templo, escultura , o
ruina contenedora de agua, todos testigos de la calma original.
En las obras presentes en Assemblage#1 la
alusión a la perennidad del mineral, a la memoria incluida en su materia,
construye un puente entre el antes y el después, abre una ventana de tiempo que
amplía el campo de la lectura.